Hace
casi un año, un grupo de amigos, amantes del cocido madrileño, de una buena
mesa y mejor compañía, tuvimos un sábado gastronómico y quedamos para degustar el
que me había recomendado un compañero de trabajo, desplazándonos hasta el
merendero Las Becerras, cerca de Los Navalucillos un pueblo de Toledo… si, nos
fuimos a Toledo a comernos un cocido madrileño… y mereció la pena.
Pero
había que aprovechar el viaje, así que decidimos visitar una bodega y almazara
de la zona, recomendación también de mi compi, Capilla del Fraile http://www.capilladelfraile.com/inicio.htm,
donde nos enseñaron como hacían el aceite, donde y como lo almacenaban, la
bodega… muy interesante la visita. Además tuvimos la posibilidad de degustar el
vino y el aceite, comprobando lo bueno que estaba y cada uno en la medida de lo
que quiso y pudo nos llevamos para casa.
Al
día siguiente, el domingo, teníamos un par de doradas, para hacerlas al horno y
las hicimos con nuestro recién comprado aceite, así que preparé las que ahora
os presento, porque son las de aquel día ya que las inmortalice para
compartirlas con el grupo y que pudiesen ver el resultado, no fueron hechas para
el blog porque por aquellos entonces, creo que todavía no lo había hecho
público, pero Laura, desde que comencé con este “proyecto”, en más de una
ocasión me ha preguntado si no tenía pensado ponerla, así que me he animado a
ponerla y compartirla con vosotros, aunque las fotos quizá no valgan mucho,
como recuerdo de aquel maravilloso día.
INGREDIENTES
-1
dorada de ración por persona
-1
cebolla
-2
patatas
-1
o 2 limones
-Aceite
de oliva Capilla del Fraile
-Vino
blanco de Rueda
Sal
PREPARACIÓN
Cortamos
en juliana la cebolla y hacemos rodajas, no muy gordas como de ½ centímetro,
las patatas.
En una
fuente de horno, hacer una cama de cebolla y patatas, regarlo con aceite La
Capilla del Fraile (el protagonista de la receta), vino blanco de Rueda (es el
que me gusta utilizar pero puede ser de cualquier otra zona) y salamos.
Metemos tal
cual en el horno unos 10/15 minutos a 180°, por aquello de que las patatas
necesitan más tiempo.
Mientras
tanto hacemos unos cortes a las doradas y las vamos metiendo rodajas de limón,
las salamos y cuando saquemos las patatas, colocamos sobre la cama anterior.
Echamos
sobre el pescado un poquito más de aceite y vino blanco.
Las metemos
en el horno a la misma temperatura y en 20 minutos estarán listas.
Súper
sencilla la receta y las doradas ricas, ricas.
que dice Luis que ricas ricas, jaja me encantan
ResponderEliminarPues claro que sí, Pilarilla. Pasamos un día muy bonito y completito (lo explicas muy bien, como tu sabes, con esa facilidad de palabra que te caracteriza) y la receta de las doradas es muy sencillita y muy ricas, ricas, con fundamento. :-)) Laura.
ResponderEliminarPues claro que si Laura, pasamos un día estupendo, dispuesta a repetirlo siempre que se pueda. :-)
EliminarCon buenos ingredientes, y con un aceite como ese, es imposible que no sepa bien la comida.
ResponderEliminarEntre amigos todo sabe mejor aunque tengas que hacer kilómetros. Y la dorada te ha quedado genial.
ResponderEliminarBesines
PD: sobre donde compro los moldes de magdalenas en cualquier sitio, CAsa, tiendas de repostería, bazares y los altos son de IKEA
Muchas gracias Bertha, debe ser que cuando he mirado no los he visto.
EliminarDespués del cocido me parece muy rico este plato de pescado. Que viaje tan productivo ;)
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana.
Que platos tan ricos como el cocido a la madrileña y la dorada son dos platos divinos y más si son en buena compañía.Besos.
ResponderEliminarHola Pilar, es super nutritiva la opción que nos propones.
ResponderEliminarQue rico y que colorido se ve todo, una maravilla que habrá que poner en práctica sin duda.
Saludos desde felicidadenlavida;
Un abrazo,
Francisco M.