sábado, 12 de mayo de 2012

SARDINAS ESCABECHADAS


Después de unos días de "descanso", sin poner nada nuevo, con Tony, casi, casi recuperado tras su operación, vuelvo de nuevo a ocuparme, en la medida de lo que pueda, de mi proyecto de blog con otro de los platos de mamá, aunque ya sin receta, de memoria, pero preguntando y confirmando las "posibles" dudas a la tía Antoñita, aunque era tal y como yo la recordaba, aún así ¡gracias tía!
Este es uno de los platos favoritos de Tony, cuando las hacia Carmen, su mamá, con su receta, muy parecida a esta, le encantaban y ahora me toca a mi, he cogido el relevo de las mamis y se las hago yo con todo mi amor.

INGREDIENTES
-1 ¼ kg. de sardinas


-1 cebolla
-3 o 4 dientes de ajo
-Pimienta en grano
-2 hojas de laurel
-Cáscara de naranja o limón
-1 vaso de vinagre


-Harina
-Sal gorda

PREPARACIÓN

Limpiamos las sardinas y la echamos en agua con sal gorda la noche anterior.
Lavamos bien y escurrimos, para después freírlas y ponerlas en el recipiente donde vamos a prepararlas con el escabeche.


En el mismo aceite de freír las sardinas, freímos la cebolla partida, incorporamos los dientes de ajo sin partir cuando ya esté transparente la cebolla para evitar que se quemen y den sabor al escabeche, seguimos con las hojas de laurel, los granos de pimienta, la cáscara de naranja o limón, aunque mi mamá usaba sobre todo limón, yo está vez utilicé naranja, pero sin lo blanco como dice mi tía Antoñita, 1 cucharada de harina para espesar la sala y el vaso de vinagre, removiendo para que no se haga grumos.
En el caso de que no os guste mucho el vinagre, se puede echar mitad de vinagre, mitad de vino blanco.
Cuando empiece a hacer chup, chup, echamos el escabeche sobre las sardinas, terminamos de cubrirlas con agua y ponemos a cocer a fuego muy lento unos 15 minutos.


Cuando se enfríen, dejarlas reposar en la nevera al menos un día, así es como se debe comer el escabeche, como mínimo de un día para otro.

miércoles, 2 de mayo de 2012

POLLO EN PEPITORIA



Otra de las recetas clásicas de mi mamá y que tengo la suerte de tenerla escrita por ella y que cuando preparaba a todo el mundo gustaba, aunque la receta original de la pepitoria era con gallina ¡espectacular! Sin embargo no recuerdo en qué momento, ni el motivo, dejó de hacer gallina y empezó con el pollo, por supuesto también muy rico y como con la gallina, nunca defraudó, ni dejó insatisfecho a nadie.
Con esta, al igual que con el resto de sus recetas y aunque siga sus instrucciones, me queda rica, pero… ese toque tan personal y especial suyo… el toque de las madres, es inigualable… una vez más ¡gracias mamá!

INGREDIENTES

-1 pollo troceado
-1 cebolla
-100 grs. de jamón serrano en taquitos
-2 cucharadas de harina


-Azafrán, pimentón o condimento
-1 vaso de vino blanco


-Laurel
-Nuez moscada
-50 grs. de almendras crudas machacadas
-50 grs. de piñones


-2 huevos cocidos
-2 dientes de ajo
-Perejil

PREPARACIÓN

Salamos el pollo, lo doramos en un poco de aceite y lo ponemos en la cazuela donde después lo haremos.


Picamos la cebolla finita y la ponemos a pochar despacito hasta que esté transparente, añadimos los tacos de jamón y sofreímos un poco junto a la cebolla.
Para espesar la salsa, al sofrito echamos dos cucharadas de harina, removemos para que no se haga grumos y para darle color añadimos el azafrán, pimentón o lo que elijamos, yo como ella echo azafrán en polvo, incorporamos el vaso de vino blanco, mezclamos y lo echamos sobre el pollo.
Lo cubrimos con agua, añadimos el laurel, 1 o 2 hojas, como ½ cucharadita de nuez moscada, las almendras machacadas y los piñones.
Mientras, habremos cocido dos huevos, separado las claras de las yemas. Las claras las picamos en trocitos que, añadiremos al pollo y las yemas, las machacamos en el mortero y deshacemos con un poco de agua, para echarlas al pollo.



Se machacan los dos dientes de ajo, junto al perejil y unimos al pollo.
Tapamos y lo tenemos cociendo, a fuego suave, 30 minutos.
Si se tratase de gallina, necesitaría más tiempo de cocción.
La pepitoria es un plato para hacer la víspera, de esta forma la salsa coge cuerpo y se aprecia mejor, además de muy cómodo a la hora de tener invitados porque se tiene preparado previamente.
En esta ocasión, acompañé al pollo con arroz basmati y un vino tinto crianza de Toledo que, degusté y disfruté junto a Tony y mi sobrina Lise.