Este
fin de semana, nos invitaron a comer en su casa nuestros amigos Laura y Alfonso
nos invitaron y decidí aportar algo para el postre que, por otra parte, como no
disponía de mucho tiempo tenía que ser algo rápido y fácil, así que decidí
utilizar la receta que hace algún tiempo me había proporcionado mi amiga Victoria,
aunque con alguna pequeñas modificación.
INGREDIENTES
-1/2
l. de leche
-1
brick pequeño de nata
-1
tarrina, de 250 grs. de queso mascarpone
-1
vaso de azúcar (yo he utilizado moreno)
-2
sobres de cuajada (en polvo de la que venden para hacer)
PREPARACIÓN
Con
azúcar moreno y unas gotitas de zumo de limón, hago un caramelo líquido ligero con
el que cubro el molde que voy a utilizar.
Ceramica de Limoge, regalo de mi cuñada Corinne
El toque del limón en el caramelo
puede no gustar por el contraste, por eso basta con unas gotitas.
Disuelvo
los polvos de cuajada en un poco de leche y en una cacerola, lo uno al resto de
la leche, la nata, el queso y el azúcar.
Lo
bato todo bien con la batidora y lo pongo a fuego medio, sin dejar de remover,
para cuando empiece a espesar, apagar el fuego.
Esta
mezcla se echa sobre el molde que tiene el caramelo, se deja enfriar y después
se mete en el frigorífico para que cuaje convenientemente.
El
color tostadito es por el azúcar moreno.
Desmoldar
y comer... así de fácil.
Conviene no degustarlo justo después de un flan hecho con leche condensada, porque eso es lo que hicimos y le restó protagonismo.
ResponderEliminarMmmmmmmmmmmmm que textura y que color.
ResponderEliminarToda una tentación.
Besos.
Qué bonito el molde de cerámica!
ResponderEliminarLa tarta tiene que estar buenísima, aunque me hace sufrir ver las fotos por mi intolerancia a la lactosa.... qué rabia!
Un abrazo
Que buenooooo, y con ingredientes de los de siempre.
ResponderEliminarBesines